En nuestra pedagogía, el niño y su personalidad son una prioridad.
Educación musical y corporal basada en la evolución del niño.
“Música que se vive” para permitirle descubrir su potencial musical, gestual y lingüístico.
Con el paso de los años de experiencia y con los programas realizados, Caroline elaboró un propio método de enseñanza.
Sus referencias son las siguientes: DALCROZE; ORFF et MARTENOT, grandes pedagogos que influenciaron en la enseñanza de la música.
Este enfoque educativo único y holístico de la educación musical pone hincapié en la experiencia corporal, el movimiento como base para la comprensión y expresión de la música.
El ritmo y el movimiento
en la enseñanza de la música, se comienza por el movimiento corporal y el ritmo. Antes de abordar los instrumentos o el canto, se fomenta en los estudiantes el sentir y expresar la música a través de sus cuerpos.
La coordinación
Los ejercicios de coordinación tienen por objetivo de desarrollar la relación entre la música que se oye y los movimientos efectuados. Esto ayuda a los estudiantes a comprender mejor e interpretar la música de manera más expresiva.
La improvisación
El método incita una improvisación musical y coreográfica, que incrementa la creatividad y la confianza artística de cada estudiante.
La escucha activa
Es esencial para la comprensión y la interpretación de la música. Así, los aprendices músicos desarrollan su oído musical e integran los matices y las emociones vinculadas por la música.
La musicalidad global
La pedagogía apunta hacia la apropiación de la musicalidad global del individuo, al integrar el cuerpo, el espíritu y las emociones. Busca formar músicos completos que pueden expresar su música con sensibilidad y comprensión.
Adaptación
Las clases se adaptan a diferentes grupos de edades y niveles, del niño pre-escolar al adulto profesional.